El cáncer de próstata, es la proliferación descontrolada de células prostáticas anormales en la pequeña glándula en forma de nuez, responsable de la producción de líquido seminal en el sexo masculino.
Se trata de la segunda causa de muerte por cáncer en los hombres, después del cáncer de piel. Sin embargo, su detección temprana permite la aplicación de tratamientos que han probado su eficacia, con una tasa de sobrevivencia mayor al 97 % a los cinco años con una adecuada calidad de vida.
Fuente: Estas imágenes son de MAYO FOUNDATION FOR MEDICAL EDUCATION AND RESEARCH.
La única prueba para el diagnóstico definitivo es la biopsia prostática, pero existen otros exámenes que ayudan a su detección temprana:
Por tratarse de una enfermedad que la mayoría de las veces no muestra síntomas en sus inicios, es importante que los hombres a partir de los 40 años se realicen pruebas de detección temprana, como el tacto rectal y el Análisis de Antígeno Prostático Específico en sangre.
Conoce los síntomas, las causas, factores de riesgo y qué pruebas te ayudan a diagnosticarlo oportunamente. La visita al urólogo es clave para la detección temprana.
“La consulta anual con el urólogo a partir de los 40 años de edad, es sin duda el método más importante para su prevención”.
“La detección temprana permite caracterizar al paciente según su grupo de riesgo y aplicar el tratamiento adecuado”.
“Como bien lo dice la Sociedad Anticancerosa, el cáncer es curable si se diagnostica a tiempo y en la próstata esta aseveración se refleja muy claro, gracias a la lentitud del mismo”.
“Es el cáncer más frecuente en la población masculina, después del cáncer de piel”.
“Las complicaciones del cáncer de próstata se presentan cuando la enfermedad logra avanzar, debido al retraso en el diagnóstico y tratamiento oportuno”.
“Realizar la pesquisa anualmente a partir de los 50 años en la población de bajo riesgo y de los 40 años en la de alto riesgo, aumenta de forma significativa el diagnóstico precoz y la posibilidad de obtener tratamiento oportuno para el cáncer de próstata”.
Existen factores de riesgo que hacen a algunos hombres más proclives a padecer cáncer de próstata:
La incidencia aumenta a partir de los 50 años, ya que se trata de un resultado casi inevitable del envejecimiento glandular, alcanzando su pico mayor a los 65 años.
Las estadísticas han mostrado que el origen étnico del paciente incide en una mayor posibilidad de padecer este tipo de cáncer.
Tener familiares directos pertenecientes a la línea paterna que lo padezcan o lo hayan padecido, como el padre, el abuelo o un tío.
Algunos estudios muestran la detección de lesiones más agresivas en hombres obesos, por lo que recomienda tener este factor en cuenta a la hora de examinar a los pacientes.
Las complicaciones del cáncer prostático suelen presentarse cuando la enfermedad ya está avanzada, debido generalmente al retraso en el diagnóstico y tratamiento oportuno. Algunas de las complicaciones son:
Para la Sociedad Anticancerosa de Venezuela, la incidencia del cáncer de próstata es de 4 a 6% nuevos casos, y la mortalidad registrada en 2016 fue de 2.940.
VER MÁSSiempre que sea diagnosticado a tiempo, el cáncer puede ser tratado y en el caso de la neoplasia prostática, esta aseveración cobra mucho más vigor todavía, pues se trata de un tipo de cáncer que crece muy lentamente, sin presentar síntomas durante años.
Por lo tanto, se recomienda un primer Análisis de Antígeno Prostático Específico (PSA) a los 40 años de edad y de acuerdo con los resultados, realizarse un chequeo anual a partir de los 45. La detección temprana permite caracterizar al paciente según su grupo de riesgo y aplicar el tratamiento adecuado a su caso individual. Si el riesgo es alto, se aplicará un tratamiento más invasivo; si es bajo, se le ingresará a un protocolo de seguimiento activo.
El antígeno prostático específico (PSA) es una proteína producida por las células de la próstata. La concentración del PSA en sangre frecuentemente se encuentra elevada en hombres con alteración en el funcionamiento de esta glándula.
Es un estudio de imagen de RMN que mediante la evaluación de varios parámetros de la próstata permite evaluar riesgo de presentar neoplasia clínicamente significativa y ubicarla anatómicamente mediante una clasificación PRADS